“Nunca pensé que algo así podía pasar en Estados Unidos. El único crimen que cometí fue defender Estados Unidos de aquellos que quieren destruirlos”, dijo Trump. “Es un insulto a nuestro país”.
“Me miran a mí a través del Acto de Espionaje, cuya pena es la muerte”, dijo sobre la vez que el FBI allanó su mansión -desde la que da su discurso- para recuperar documentos clasificados en otro caso, y dice que “las cajas” que Joe Biden tiene en Delaware “es la verdadera obstrucción de justicia”.
El salón de Mar-a-Lago donde Trump habla es el mismo lugar donde anunció su tercera candidatura a la Casa Blanca en noviembre. Su audiencia, repleta de republicanos, abuchea en los momentos en los que Trump menciona a sus rivales políticos.
“Y ahora esta interferencia electoral masiva a una escala nunca antes vista en nuestro país, comenzando con el fiscal de izquierda radical Alvin Bragg de Nueva York respaldado por George Soros”, apuntó Trump contra el fiscal del distrito de Manhattan, una de las pocas menciones al caso de Nueva York en la primera parte de su discurso, que se concentró en Jack Smith, el fiscal especial que está investigando el caso de los documentos clasificados, a quien llamó “lunático”.
Luego retomó y puso su atención en el caso del día, el de falsificación de registros comerciales, y dijo que “no tienen un caso” contra él.
Invitó a periodistas y funcionarios republicanos a su resort en Palm Beach, donde hará sus primeras declaraciones públicas desde que se entregó a la tarde del martes.
Luego de presentarse ante el juez en Nueva York, Donald Trump escribió su primera reacción en su red social Truth Social, donde además anunció que declarará ante lo medios de comunicación esta noche cuando llegue a su casa en la Florida.
“La audiencia fue impactante para muchos porque no hubo ‘sorpresas’ y, por lo tanto, ningún caso que pruebe culpabilidad. Prácticamente todos los expertos legales han dicho que no hay caso aquí. ¡No se hizo nada ilegal!”, escribió el ex mandatario estadounidense.
