La ofensiva de Alfredo Cornejo para que producción vitivinícola queda exceptuada de las retenciones que anunció el ministro Toto Caputo, puede poner en crisis el impuestazo. Si el lobby del gobernador de Mendoza impone, abriría la puerta para que otras producciones regionales como la lechería reclamen el mismo trato.
El tema será uno de los puntos centrale s atratar en la reunión con los 24 gobernadores que convocó Javier Milei. En todas las provincias crece la bronca por la suba de retenciones al 15% con la que debutó Caputo en el cargo y que esta semana debería ir al Congreso para su tratamiento.
El malestar por el anuncio del paquete de retenciones recrudeció por la liberación simultánea del precio del combustible que impacta en la logística y la suba del impuesto país que eleva el valor de los insumos importados que usan los productores.
Ese cóctel hizo detonar las expectativas iniciales que varios productores tenían sobre el gobierno de Javier Milei y disparó -como contó LPO- amenazas de corte de ruta en algunos puntos del interior bonaerense, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.
La Mesa de Enlace, alineada con el gobierno, trata de poner paños fríos y asegura a las bases que el paquete de retenciones «no está cerrado» y que, en discusiones que se darán la semana que viene con el Gobierno, buscarán exceptuar del gravamen al vino, la leche y la lana.
En la cadena vitivinícola buscarán el respaldo de las provincias productoras para la discusión con Nación. Así lo confirmó a LPO el titular de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), Sergio Villanueva, que aseguró que «las retenciones no son una buena noticia».
El sector venía con retenciones cero desde septiembre pasado, cuando el entonces ministro-candidato Sergio Massa le quitó a los vinos el 4,5% de gravamen. Si se impone el plan de Caputo ahora pasarían a pagar más del triple de lo que pagaban antes de la excepción de Massa.
En el gobierno de Milei dicen que, con la devaluación del dólar oficial, está más que compensado el resultado económico del complejo agroexportador, a pesar de la suba «temporal» al 15% en las retenciones.
Villanueva respondó que el 75% de la producción de vino se destina al mercado interno y solo el 25% a exportación. «El mercado interno se va a ver afectado con este proceso inflacionario, con salarios que van a tender a la baja y es muy probable que los insumos nacionales vayan al mismo ritmo que los importados», dijo.
«Detrás de esto está el productor, que no recibe directamente el beneficio del dólar, sino que depende de otras variables, como el stock o la inflación», agregó el dirigente vitivinícola.
Además, Villanueva explicó que el vino no es un commoditie que se beneficia d emanera automática de una mejor del tipo de cambio. «Es un producto agroindustrial, con valor agregado y su crecimiento en los mercados no es inmediato», señaló.
En la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) ya pidieron una reunión con los funcionarios de Economía. «Nos parecería un grave error aplicarle este impuesto a esta economía regional», dijo Mario González, titular de Coviar y de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios.
En la Mesa de Enlace, el impacto de las retenciones a las economías regionales movilizó el rechazo más agudo en Federación Agraria y Coninagro.
En la Federación Agraria, el reclamo para que se anule la suba de retenciones al vino tiene especial interés, considerando que Mendoza es el territorio de base de su titular, Carlos Achetoni.
Mientras que, el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, dijo a LPO: «Hay situaciones muy diferentes de acuerdo a las características y particularidades de cada una de nuestras producciones y economías regionales que, si no son atendidas, (las retenciones) ocasionarían un perjuicio mayor al productor».
Laucirica dijo que en el Gobierno se mostraron «abiertos a mirar los números» y «si amerita» sacar algunos productos de la suba de retenciones del 15%.
En CRA, voces consultadas también señalaron que «hay rumores que lana, lácteos y vinos están en discusión».
Ahí, la bronca por las recientes medidas las descargan en la «flojita» injerencia de la Secretaría de Agricultura (ahora se llama Bioeconomía) que conduce Fernando Vilella, a quien acusan de «enterarse por los medios» del incremento de retenciones.
En el área de Lechería de CRA, la coordinadora Andrea Passerini habló de un panorama de «quebranto» que se agudizaría con esta medida: «Están todos los números sobre la mesa, no hay nada que analizar en el caso de la lechería y la situación dramática y de quebranto que venimos transitando los productores de leche desde septiembre del año pasado», dijo a LPO.