El partido de Zárate se convirtió en los últimos años en una zona caliente del delito. Hechos resonantes como el del carnicero que asesinó a su atacante en 2016, o el hombre que fue asesinado a golpes en la vía pública, fueron moldeando la preocupación de los vecinos.
La situación escaló a niveles políticos y se agravó con la interna entre el intendente Osvaldo Cáffaro y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quienes se acusaron mutuamente de dificultar la tarea del otro en materia de prevención.
No es de extrañar que la sociedad zarateña haya optado entonces por un tercer candidato, el abogado Marcelo Matzkin, cercano a Cristian Ritondo, para asumir el desafío de combatir el delito.
Sin embargo, a más de un mes de haber tomado las riendas, la cosa no parece haber cambiado. En las últimas horas, Zárate se vio conmocionada por un doble homicidio.
Se trata de un hombre de 59 años y su hijo de 29, quienes fueron asesinados a balazos en la localidad de Lima, el pago chico de Berni, al norte del partido.
Según se desprende de las primeras investigaciones, a Teodoro y a Juan Antonio Martínez los sorprendieron delincuentes que intentaban robar en su criadero de gallinas.
Hubo un enfrentamiento a tiros en el que padre e hijo resultaron asesinados. Los delincuentes escaparon con unos 300 mil pesos y otras pertenencias como botín.
Como es de rigor, el intendente Matzkin, que hizo campaña presentando proyectos contra la inseguridad en el Concejo Deliberante, se apersonó al lugar con los hechos consumados.
“Estamos revisando todas las cámaras municipales. Ya se fueron detrás de unas pistas aunque aún no con resultados positivas”, declaró desde el lugar de los hechos, reeditando paso a paso la tarea que no le rindió frutos a su antecesor ni al exministro de Seguridad.
Para cumplir con sus promesas de campaña, el flamante intendente presentó un equipo de seguridad encabezado por Juan Manuel Iglesias, quien se desempeñó bajo la órbita de Néstor Grindetti y Diego Kravetz, en Lanús, otra zona donde la delincuencia hizo estragos en más de una ocasión, y que se retiró con el asesinato de Morena, de 11 años, a mano de motochorros, como hito final.