Continúa la polémica sobre la conducción de la CELP; especialmente por la negativa de la mayoría de las autoridades a llamar a elecciones y dar cuentas sobre una serie de acciones que no pueden explicarse. Como por ejemplo, el uso indebido de recursos de los socios para actos proselitistas.
El Consejo de Administración pospuso la elección de autoridades. Situación que nunca se dio en la historia de la entidad. El órgano se compone de doce consejeros que son votados por una asamblea en tercios; es decir, renuevan cuatro concejeros por año. Como la CELP no celebra elecciones hace algo más de diez años, la lista oficial siempre queda como única y definen los miembros discrecionalmente.
Es por eso, que se da participación aparente a otros miembros, pero nunca sin poner en riesgo la mayoría de consejeros que públicamente son controlados por el sindicato; especialmente de la mano de Claudio Schiavoni, quien hace más de 30 años lidera el sindicato de luz y fuerza de la ciudad.
La mayoría de los concejeros están conformados por Roberto Zuccarelli actual presidente, vinculado al peronismo local y propulsor de la reforma del estatuto que le permite reelegirse indefinidamente; Roberto Azpeitía reconocido militante peronista que también fuera presidente de la CELP; Marcelo Teixidó, que si bien no se le conoce pasado político, el mismo en su cuenta de twitter dice que es “sobre todo peronista”; Juan Durán, que también suena como eventual sucesor a la presidencia; Ubaldo Noguera, Norberto López y Hugo Logullo; que casualmente mantienen excelente relación con el dirigente de Luz y Fuerza.
Cabe aclarar, que el director del gremio, utiliza los recursos de la entidad para participar de los eventos de la política kirchnerista. Motivo por el cual, sin los mencionados Consejeros, no sería posible. En nota al diario La Opinión, Roberto Zucarelli acusó a nuestro medio como “fake news”; pero sin embargo no pudo desmentir que los asociados de la CELP contribuyeron al acto proselitista de Kiciloff en la ciudad de Baradero.
Según miembros de la lista Roja y Violeta, potenciales contendientes a la elección, comentaron que la entidad es rehén de los designios de esa mayoría automática que en principio como mínimo es muy poco transparente y con una connivencia inédita con el sindicato; que aparte terceriza servicios con una empresa en desmedro de sus propios asociados.